martes, 14 de junio de 2011

LUCHA CONTRA EL CANCER

Un Lobo, poeta y luchador..
Poderoso delantero de la Liga española en los años setenta -jugó en el Zaragoza, el Valencia, el Salamanca y el Betis-, Carlos Lobo Diarte (Asunción, Paraguay, 1954) se refugia ahora en la escritura mientras trata de combatir el cancer. El Lobo tiene un tumor iliaco y en las vertebras que se resumiria en tumores oseos de la columna vertebral productores de tejido oseas del sacro y de las articulaciones sacro-iliaca. 
Olimpia campeón 1971. De pie (izq. a der.): Aníbal Bordón, Benito Sandoval, Tito Correa, Alcides Sosa, Idalino Monges y Daniel Martínez. En cuclillas: Carlos “Lobo” Diarte, Américo “Botellón” Godoy, Benicio “Tony” Ferreira, Crispín Rafael Verza y Diósmedes Cabrera.
Carlos “Lobo” Diarte comenzó su carrera en el Club Olimpia de Asunción a los 16 años e hizo su debut profesional ayudando al Olimpia a ganar la Primera División de Paraguay en el año 1971. Su rapidez para marcar goles hicieron que los clubes europeos se fijaran en el y fichó por el Real Zaragoza de España en 1973 formando parte de los que se apodarían los "Zaraguayos" por ser varios jugadores de Paraguay en el Zaragoza, como Saturnino Arrúa y Felipe Ocampos. En 1976, firmó por el Valencia CF donde fue parte de una delantera con el argentino Mario Kempes y el neerlandés Johnny Rep. Diarte jugó después para el UD Salamanca durante los años 1979 y 1980, en el Real Betis de 1980 hasta 1983 y en el AS Saint-Étienne de Francia desde 1983 hasta 1985.
En 1987, volvió al Olimpia para retirarse y ayudó al equipo a ganar otra liga de Paraguay. En la liga Española estableción una marca espectacular: 11 goles en seis jornadas seguidas.
Una vez retirado, Diarte llegó a ser ayudante de varios equipos en España como el Valencia CF (1988) y entrenador del Deportivo Alginet, el Atlético de Madrid B (1997-1998), la UD Salamanca (1998-1999), el Gimnàstic de Tarragona (2002), así como el Guaraní, el Olimpia y el Atlético Colegiales de su país.
El 28 de noviembre de 2008 Carlos Lobo Diarte firmaba para entrenar al Calpe Club de Fútbol en la territorial valenciana.
Ha sido internacional con la selección de fútbol de Paraguay en 45 ocasiones.
En su faceta de entrenador, en julio de 2009 se hace cargo de la selección de fútbol de Guinea Ecuatorial.
   La entrevistas a Carlo"Lobo" Diarte (Paraguay):
Carlos ‘Lobo’ Diarte fue uno de los oriundos que llegó a España en la década de los ‘70 y triunfó. Paraguayo de nacimiento, en España defendió las camisetas de la UD Salamanca, Real Zaragoza, Valencia y Real Betis.



Pregunta. ¿Qué tipo de poesía le sale ahora?
Respuesta. Más melancólica. Tengo más tiempo para pensar. Es una pasión que estoy desarrollando.
P. ¿Se ha vuelto introvertido?
R. Sí, soy muy introvertido. Si no me riegas, no me sacas de la raíz. La soledad puede ser tan buena como perversa. Al final, aunque tu familia te acompañe, estás solo. Lo sensible te exprime. Cuanto más solitario, más esparces tus sentimientos.
P. ¿Qué expresa?
R. Lo más bonito es escribir a la belleza, que está en todas partes. Tengo 187 obras registradas en la propiedad intelectual de Valencia: poemas cortos y narraciones. Me gusta mucho la Generación del 27: Cernuda, Aleixandre... Leo a Ángel González, Josefina Pla y los microrrelatos de Augusto Roa Bastos. La inspiración te silba. Cada día escucho mejor.
P. ¿El fútbol tuvo mala fama?
R. Es un lápiz corto intelectual, pero siempre hubo jugadores preparados como Valdano, Pirri... Deberían coger esa estela porque ayuda mucho. Los clubes de Europa exigen formación.
P. ¿Pudo estudiar?
R. Para estudiar uno siempre encuentra tiempo. Terminé el Bachillerato. Fui uno de los mejores estudiantes. Mi madre era severa en eso y se lo agradezco. Una hermana es matemática, otra psicóloga, otro...
P. ¿Cuántos hermanos tiene?
R. Soy el menor de ocho. Mis padres se separaron cuando yo tenía dos años. Nos crió mi madre. La vida era muy dura. Todos trabajábamos en cualquier cosa: albañiles, panaderos... Paraguay venía de la guerra de la Triple Alianza, contra Brasil, Argentina y Uruguay, y de otra contra Bolivia. De un millón de habitantes nos quedamos en 300.000. El 70% eran mujeres: las residentas.
P. ¿Por qué le llaman Lobo?
R. Por la zancada rápida y larga. Me lo puso Mario Ribarola, del Olimpia. "Este parece un lobo", dijo. A los 16 años debuté en el Olimpia, el club más laureado de Paraguay, cuatro veces campeón de América. Fue una pequeña hazaña porque yo era un crío. Tenía velocidad, regate, iba bien por arriba... A los 17 años jugué con Paraguay en Maracaná contra el Brasil de Pelé, Jairzinho, Gerson, Tostao, Rivelino... Conservo la camiseta. Siempre llevé el 9. Me gusta el fútbol en bloque y vertical, como ese Brasil del 70 o el del 82.
P. ¿Cómo era el fútbol de los setenta en España?
R. Había jugadores muy agresivos; en el Granada, Fernández, Aguirre Suárez y Montero Castillo. Fernández me decía: "Tranquilo, paisano, no te haremos daño", pero no me fiaba. Yo a los 11 años ya jugaba con mayores y allí te daban bofetones y patadas. El fútbol paraguayo y el uruguayo son los más duros. Solo me lesioné una vez aquí, en España, y dos en Paraguay. En mi mejor momento en el Valencia, Jaén, del Sevilla, me rompió los ligamentos de una rodilla con una plancha. Llevaba 11 goles en siete partidos.Tarzán Migueli también imponía mucho.
P. ¿Cómo llegó al Zaragoza?
R. Avelino Chaves me vio jugar en la selección y me eligió como sucesor de Felipe Santiago Campos; anteriormente vino Arrúa. También estaban Soto y Ocampo. Nos llamaban los Zaraguayos. El 9 de enero de 1974 llegué a Zaragoza, que pagó siete millones de pesetas. Sufrí el frío del Moncayo y la dureza de los entrenamientos. Pero pude salir adelante. Cobraba 35.000 pesetas al mes y una ficha de 750.000, que ya era dinero. Luis Cid Carriega, el entrenador, me ayudó mucho.
P. ¿Fue muy juerguista?
R. Mi norma era salir el lunes y descansar el resto: así tuve 18 años a gran nivel. Hay tres factores que debe dosificar un futbolista: salida, sueño y sexo. Tenía muchas fans,pero si te das a los placeres... Me casé pronto, me separé, me volví a casar y tengo cuatro hijos de los que estoy orgulloso.
El "Lobo" maniobra con la 
pelota en una practica en el Zaragoza.
P. ¿Probó las drogas?
R. Jamás. Un entrenador nos ofrecía pastillas, pero nunca acepté ni un agua antes del partido. Mi debilidad fue una buena comida y un buen vino con unos amigos. Una buena carne, aunque para mí sea ahora prohibitivo.
P. ¿Qué pintaba en la Nochevieja de 1976 en TVE?
R. Me gusta cantar y componer. Valerio Lazarov y Augusto Algueró nos invitaron a Becerra, en paz descanse, y a mí a cantar. Aprendí solo a tocar la guitarra.
P. En el Valencia formó una delantera fabulosa.
R. Nos faltó un director, un Claramunt. En casa ganábamos 5 a 0. Fuera, bajábamos porque el localismo imponía. Rep, Kempes y yo, Valdez de reserva. Rep desbordaba con regate largo; Kempes era potencia de tiro y conducción; yo podía jugar en el área, si el rival se cerraba, o a la contra. Me fui al Salamanca y coincidí con Juanito, Corominas, D'Alessandro y fuimos séptimos. Después, dos años en el Betis con Biosca, Cardeñosa, Morán... Jugamos la UEFA y la gente disfrutó.
P. ¿Su mejor gol?
R. Uno con el Betis al Athletic: arranqué en el medio del campo, le tiré un sombrero a un jugador, avancé en zig zag, llegué al central Goiko y la metí por la escuadra. Y el otro, de cabeza, desde fuera del área, con el Olimpia al River. Ya no hay cabeceadores. El último maestro fue Ayala. Antes estaban Santillana, Zamorano... Yo llegué a saltar dos metros. El cabeceo se ha perdido, se juega a ras de suelo.
Carlos Diarte (Olimpia)

P. ¿Su etapa de entrenador?
R. Entrenaba a la selección de Guinea cuando me llegó este mal: dolores en la espalda, se me hinchó un ojo. Me detectaron un tumor ilíaco y en la vértebra. Lo más duro son las sesiones de quimioterapia y el después. Cuando mejor estás, te golpea. Es duro luchar contra esta enfermedad.
P. ¿Ve mucho fútbol?
R. Sí, lo tengo pegado a los talones y de ahí me sube al corazón. Tengo debilidad por Iniesta.
P. Si ve un balón rodando...
R. Voy a entrenar con mis hijos, de 19 y 21 años, a las canchitas de al lado de casa.
Fraces del Lobo

"Un futbolista debe dosificar tres factores: las salidas, el sueño y el sexo"
"Tengo 187 obras registradas, poemas cortos y narraciones; lo sensible exprime"
"Ahora me sale una poesía melancólica... Es duro pelear contra la enfermedad"
Entrevista hecho al Diario El País de España

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